Lú 

EL primero en bajar   

 

  • (El bosque de Le Lutte deja ver entre las sombras de los árboles a un niño observando el pueblo, se escuchan susurros que cantan en una lengua rara, que atraen a una niña hasta el pie del bosque) 

 

  • (Sin nada sobre su cuerpo el niño de 12 años a lo sumo camina entre los árboles, escogiendo que comer de entre ellos) sacta, heeerg (asco), ¡sortua sacta!,  doum umg (expresó gusto por la fruta, y se quedó allí gustando de ella)

 

  • ¡Hey, tú!, ¡niño!

 

  • (la observó, dio un paso atrás y levanto su seño) 

 

  • ¡si tú! ¿qué haces allí?, ¡porque estas desnudo! 

 

  • Gen!, gen, ma poa ver egh mí

 

  • (sonríe) ¡no te entiendo!

 

  • ¿¡Tú, me, puedes, ver!?

 

  • ¡Claro!, ¿por qué no podría?

 

  • ¿¡Has, visto, a, más, como, yo!? 

 

  • ¿Cómo tú? 

 

  • ¡Sí, como, yo, desnudos!

 

  • ¿los niños no tenemos permitido entrar al bosque y es desagradable que anden desnudos por allí, acaso no tienes frío? 

 

  • ¡entonces, tú, me, ves, como, un, hombre, tú de verdad me estás viendo!

 

  • ¡me estás asustando! 

 

  • No, ¡no te asustes!, ¡dime!, ¿puedes describirme, decirme como soy?

 

  • ¡iugh!, ¿por qué haría eso?, ¿quién eres?, ¿por qué estas así en el bosque?, ¿Dónde está tu familia? 

 

  • ¡Alicia!, mi nombre es Lurrahim, en este plano y en esta condición puedes llamarme Lú, mi familia (sonríe) no es de este mundo ni de otros mundos, yo soy un ángel 

 

  • ¡Un ángel dices!, ¡o Dios!, ¿no habrás comido de los hongos al pie de los sauces verdad?, ¡Y como rayos sabes mi nombre!

 

  • Si, tal vez comí (bostezó) algunos de esos hongos, pero escieetro lo queey te he diccho (se marea y cae desmayado) 

 

  • ¡auxilio!, ¡auxilio! (grita mientras corre hacia el pueblo) 

 

  • (los adultos se alarman y toman como arma lo que tienen a mano) ¿qué pasa pequeña? 

 

  • en los árboles, un niño parece envenenado me dijo que comió hongos de sauce y luego se desmayó 

 

  • (dos ancianos y la madre de la niña socorrieron al pequeño, lo llevaron hasta la casa de la pequeña y le dieron atención) ¡el niño está despertando!, den paso dijo el anciano del pueblo. Niño despierta, somos amigos, ¡estás bien ahora!, dime, ¿quién eres?, ¿por qué estabas solo en el bosque? 

 

  • (se sienta) Hola Jared mi nombre es Lurrahim

 

  • ¿Me conoces, niño? 

 

  • ¡conozco a todo el que pueda ver, su lengua, su estirpe también la conozco, conozco tus pensamientos y los de todos aquí! 

 

  • ¿Eres un Demonio? 

 

  • ¡No!, al parecer soy un niño, puedo ser tu ayudante se bien de bestias y sus necesidades, puedo ser útil, si me das la oportunidad 

 

  • ¿y cómo te llamaré, niño, demonio, Lurraim? 

 

  • ¡dime niño o dime Lú!, tal vez con el tiempo, me dirás hijo y yo te llamaré padre

 

  • ¡gracias Lú! 

 

  • Ahora, denme ropa, alimento y luego iremos a casa  

 

  • (Lú empezaba a notar, que quien lo escuchaba, no solo seguía sus órdenes, sino que incluso se sometían a su voluntad) 

 

  • (al caer la noche, Lú observaba por la ventana que dejaba ver la pileta del pueblo). ¡Padre siéntate frente a mí, ahora levántate, acuéstate en el suelo por favor, ya que estás allí dime porque no objetas cuando te pido algo! 

 

  • Porque tus palabras me obligan a cumplir. 

 

  • ¡pero no soy yo quien te obliga!, ¡quiero aprender a ser humano!, ¡te escogí porque te medí y vi nobleza en ti!, ¡no quiero que me trates como a un rey sino como a un hijo! 

 

  • Entonces, ordéname ser tu padre y dame potestad sobre tus órdenes para que mis pensamientos sean libres de tu influencia. 

 

  • ¡Yo te ordeno, ser libre de mi influencia, de mis órdenes, tú eres libre de dominar tu mente, tus actos y bajo mi orden no volverás a doblegarte ante mi voluntad! 

 

  • (el niño no termino de mencionar estas palabras y el anciano sacó una espada de bajo su cama y fue con furia hacia él, que observaba tranquilo por la ventana) 

 

  • (Lú no se inmutó, ni siquiera se voltio para observar a su asesino viniendo hacia él. Pero la espada detuvo su velocidad al tocar levemente su cuello, mientras el hombre temblaba al sentir petrificarse cada rincón de su cuerpo).

 

  • ¿qué haces Jared?, ¡acaso te di permiso para matarme!, ¡no!, ¡no recuerdo haberlo hecho!, ¡te liberaré ahora y más vale que esto no se repita!

 

 

 

Historia: Geovanie Jaramillo 

Ilustración: Juan Galarza