Duendes, el inicio
En una época medieval, en la cual vivían diferentes razas en comuna, un pequeño pueblo a las afueras de Irlanda, era habitado por una aldea de enanos, a los enanos en ese entonces se les llamaba burlescamente duendes, ellos tenían la habilidades pues eran aprendices de magia, por lo tanto, siempre los reyes pedían a los soldados traer a enanos para diversión del reino, de ahí todas las historias y leyendas incluyen a los enanos como bufones. Cansados de eso, los líderes de esta comarca conocidos como duendes alfa, es decir los duendes más ancianos, consideraron que habían llegado a un punto tan alto en la magia que podían invocar a Lucifer y doblegarlo, formaron un gran sello alrededor de toda la comuna (en ese entonces la decisión tomada por los ancianos patriarcas era decisión absoluta), y lo invocaron, Lucifer tomando la forma de un humano común y corriente, se paró en medio y les dijo:
- ¿Qué es lo que quieren?
-Queremos poder, más poder que el rey, queremos riquezas más allá de las que tiene nuestro rey, o de todos los reyes que nos buscan y nos usan como payasos, como bufones, queremos ser sumamente poderosos y habitar todas las tierras conocidas, sin ser esclavos, sin ser la burla de nadie
-Lucifer pensó un momento y les dijo: Les daré lo que quieren, más mi trato es claro y será así, ustedes no dejarán de habitar la tierra, serán parte de ella, más su forma física solo será cuando ustedes lo decidan, tendrán todo la riqueza, todo el oro del mundo, y donde esté el oro ahí estarán ustedes, sin embargo no podrán tocarse ni hablarse nunca más entre ustedes, como hombres y mujeres serán divididos y el uno al otro no podrán acercarse ya que si lo hiciesen solo se atravesarían, condenados estarían a tener libertad de habitar todo el mundo y tener riquezas insuperables, el oro de todo el mundo será vuestro mas no tendrán pareja aunque la vean cerca, y condenaré a todos sus parientes en el mundo, a permanecer como lo que hoy son, bufones!, eso será su raza tras sellar con su sangre y la decisión tomada del pueblo como concilio, pero los maestros que han invocado ya no serán ni hombres ni magos les llamaran Leprechaun los demonios del bosque y tendrán dominio sobre el y donde este se extienda allí serán sus dominios, a diferencia de sus iguales ustedes si tendrán voz pues de ustedes ellos recibirán órdenes.
-Los patriarcas cansados de todo lo que venía sucediendo, cerraron sus ojos, cortaron sus manos y vertieron su sangre sobre las piedras que rodeaban a la bestia infernal, la noche se tornó sombría, la neblina como nunca se había visto rodeo los pueblos cercanos al viejo reino de Irlanda, el viento traía con el coros de silbos que lastimaban los oídos de los hombres y de los animales, y cual cosecha de maíz cada soldado observo de frente lo ultimo que sus ojos verían un seres pequeños, consumidos con la oscuridad y el odio, los desgarradores gritos de los soldados siendo arrastrados hacia el bosque se escuchaban entre la neblina que se desvanecían mientras sus gritos se alejaban. Un ser de forma espectral de mas de dos metros de altura golpeo la puerta de la habitación del rey, este abrió su puerta he intento atravesarlo con su espada mas donde este estaba solo había humo.
-Tienes suerte, Enrique, no he venido a matarte, pero si ha advertirte desde esta noche las tierras de tu reino se extienden hasta el gran si la noche alcanza a cualquier alma de tu reino más allá de él, la proclamaremos como nuestra.
-El rey erguido en su orgullo, tomo su espada estirando la empuñadura hacia el Leprechaun. Tomalá como un símbolo de respeto a nuestro acuerdo.
-¡Que así sea!, tomo la espada y dio la espalda al rey
-¡Espera, Cual es tu nombre?
-Blarhdor (dijo mientras se desvanecía)
Historia: Geovanie Jaramillo
Ilustración: Juan Galarza